Hija salva la vida de su padre al realizar un CPR durante un paro cardiaco repentino

USA - español

• USA - Deutsch
• USA - Français
• Latin America - español
• USA - English

AUSTIN, Texas, 21 de noviembre de 2014 /PRNewswire/ -- Michael DeMarco, de 42 años, no recuerda mucho acerca de la mañana del 14 de febrero de 2014, pero su hija Aly Demarco, de 13 años, no olvidará pronto ese Día de San Valentín.

Video - http://youtu.be/5cVoMCe0uiE

"Según me ha explicado todo el mundo, estaba realizando mi entrenamiento matinal", comentó Michael DeMarco. "Mi mujer y yo estábamos muy metidos con todo lo del entrenamiento de Cross Fit en ese momento. Estaba haciendo bicicleta, me levanté y comencé a sentirme mal. Sabía que tenía que llegar a la cocina para conseguir ayuda antes de que mi hija saliera al colegio".

"Me estaba cepillando el pelo e iba a llegar tarde al autobús, de repente escuché a mi padre llamarme, pero más bien fue como un chillido extraño", recordó Aly DeMarco.

Michael había sufrido un paro cardiaco repentino.

"El paro cardiaco repentino es cuando el corazón pasa de repente a un ritmo inestable, sin suministrar suficiente sangre al cerebro y al resto del cuerpo y uno comienza a desvanecerse", explicó Robert Canby, doctor y electrofísico del Texas Cardiac Arrhythmia Institute (TCAI) en el St. David's Medical Center de Austin, Texas.

Según el doctor Canby, la tasa de supervivencia de un paro cardiaco repentino en Estados Unidos es abismal. De hecho, un paciente con paro cardiaco repentino solo permanece consciente entre 8 y 10 segundos después de la aparición del ataque al ritmo cardiaco.

"En un periodo de entre 8 y 10 segundos, apenas se puede reconocer que no te encuentras bien antes de desmayarte", afirmó el doctor Canby. "Cuando te desvaneces, ya no puedes llamar a nadie. Ya no puedes activar la llamada al 911. Ya no hay nada que puedas hacer por ti mismo — estás completamente bajo la dependencia de lo que alguna otra persona pueda hacer para activar el sistema 911 y proporcionar una unidad de CPR hasta conseguir la llegada de una terapia adecuada".

"Llamé al 911, y gracias a Dios que lo hice. Puse mi teléfono en altavoz, y empezaron a contar 1, 2, 3, 4 — y cada 4, tenía que empujar, estuve así por un tiempo hasta que llegó una ambulancia", dijo Aly DeMarco.

"Está completamente claro que ella le salvó la vida", comentó el doctor Canby.

Cuando llegaron los médicos, usaron un desfibrilador sobre Michael DeMarco antes de transportarlo a un hospital cercano, donde los médicos le redujeron la temperatura corporal para reducir el daño y poder inducirlo al coma.

Después lo llevaron al TCAI para recibir cuidados especializados.

"El TCAI es una infraestructura que hemos creado que va más allá de proporcionar cuidados médicos de alta calidad para gestionar los problemas del ritmo cardiaco de diversos tipos", expresó Andrea Natale, doctor, director médico ejecutivo y electrofísico del TCAI. "Hemos creado el entorno adecuado para llevar a cabo una investigación revolucionaria, incluyendo el desarrollo de nuevas ideas que abarcan desde las pruebas hasta la última tecnología".

Después de que Michael DeMarco se recuperase, los médicos del TCAI le implantaron un desfibrilador en el pecho para prevenir la aparición de futuros episodios cardiacos.

"Es como si fuera mi red de seguridad", indicó Michael DeMarco.

"El desfibrilador es como llevar encima contigo a tu propio equipo de médicos", añadió el doctor Canby. "Está implantado en el pecho, por debajo de la piel. Controla el ritmo cardiaco las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Si alguien está dentro de un ritmo peligroso, reconoce el ritmo y puede proporcionar terapia de shock que salva la vida a los 15 segundos de aparecer el ritmo no deseado".

"Estoy enormemente agradecida de que hicieran lo que hicieron", explicó Aly DeMarco acerca de los cuidadores de su padre.

Michaeld DeMarco se considera afortunado al estar vivo a día de hoy. Da crédito a la acción rápida de su hija, el cuidado de emergencia que le salvo la vida realizado por los médicos y el tratamiento cardiaco recibido en el TCAI que le proporcionó una segunda oportunidad en la vida.

Contacto:
Erin Ochoa
Elizabeth Christian Public Relations
+1-512-472-9599