"Ciudadanía corporativa para un nuevo mundo", discurso pronunciado por Godfrey Gomwe, Executive Director de Anglo American South Africa, en la indaba de minería, Ciudad del Cabo, en febrero de 2012
CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica, 8 de febrero de 2012 /PRNewswire/ -- En el discurso celebrado en la indaba para establecer la tónica de la principal conferencia mundial sobre minería, Godfrey Gomwe, Executive Director de Anglo American South Africa, se habló al público sobre la "Ciudadanía corporativa para un nuevo mundo". El discurso del Sr. Gomwe es el que sigue:
Cuando nos reunimos hace 12 meses en la última indaba de minería del año pasado, ninguno de nosotros podría haber pronosticado cuántos eventos se sucederían durante el 2011. Fue un año de grandes cambios y turbulencias, tanto en el plano económico como en el político. La primera mitad del año fue una continuación de la recuperación que habíamos visto en las economías mundiales desde la crisis financiera global, y el año en su totalidad fue positivo para nuestra industria. Pero durante la segunda mitad del 2011, la recuperación se vio dificultada por fuertes y desfavorables vientos de ansiedad y los tambores de las dudas se escucharon aún más intensamente. Los cuestionamientos se centraron principalmente en tres temas: ¿Continuará Estados Unidos su ritmo de recuperación, o una combinación de demanda débil y punto muerto político lo arrastrará fuera de su curso? ¿Resolverán los líderes políticos europeos el desafío planteado por la deuda soberana o en por el contrario la Eurozona se sumirá en crisis?
¿Continuará su fuerte ritmo de crecimiento China y los países en desarrollo o, por el contrario, se debilitarán o estancarán? A medida que el año fue transcurriendo, el peso de estas dudas minó la confianza de los mercados financieros y condujo a un período de importante volatilidad. La aversión al riesgo produjo caídas significativas en los mercados de valores como así también un debilitamiento de los precios de las materias primas. Y las turbulencias del 2011 no se limitaron a las economías y mercados financieros mundiales. Desde la plaza de la Liberación hasta Times Square y desde Damasco hasta la catedral de San Pablo, las voces de protesta se sintieron fuertemente, aunque no en todos los casos con claridad, en muchos lugares del mundo. Las causas de descontento y los resultados de las protestas difirieron mucho de un país a otro. La Primavera Árabe tuvo diferentes raíces en la ola de protestas en las capitales occidentales hacia fines del año. Pero, en todo el mundo, un tema recurrente fue el deseo de los pueblos de dar su opinión y la percepción de que no se los escuchaba. En la medida que vaya transcurriendo el 2012, ¿qué traerá aparejado este año para la economía mundial, para las naciones y para sus pueblos? ¿Y cómo responderán las empresas, en particular las del sector minero, a los retos del nuevo mundo que está tomando forma a nuestro alrededor? En nuestro sector, no debemos permitir que las incertidumbres a corto plazo nos distraigan del hecho de que los fundamentos económicos de nuestra industria a largo plazo son excepcionalmente sólidos.
Cynthia ha regresado recientemente de una importante visita a China e India. Sus entrevistas con clientes, proveedores, líderes de negocios y economistas de esas regiones nos confirman una vez más nuestra perspectiva de que el potencial de un mayor crecimiento económico sigue siendo enorme. Durante los próximos 20 años, veremos transformaciones económicas permanentes, no solamente en China e India, sino también en muchos otros países de Asia, América Latina y aquí, en el continente africano. El drástico crecimiento económico que hemos visto a lo largo de los últimos 10 años es sólo el comienzo de la historia. Incluso ahora, el PBI per cápita en China es exactamente un quinto del de los Estados Unidos. Conforme a este indicador, China está ahora donde estaba Japón en 1950, justo antes de que sus niveles de vida realmente comenzaran a equipararse a los de los Estados Unidos. Y, teniendo en cuenta este mismo indicador, India tiene aún más espacio para crecer. Las posibilidades de un mayor desarrollo urbano e industrial así como de una mejora continua del nivel de vida son enormes. Por ejemplo, el porcentaje de la población china que vive en las ciudades recién ha alcanzado el nivel que tenía el Reino Unido en 1850 y los Estados Unidos en la década de 1920. Y esto es a pesar del hecho de que 21 millones de personas –un número equivalente a la población de Australia- se mudó a las ciudades chinas solamente durante el año pasado. Aún queda un largo camino por recorrer. Y las oportunidades no se limitan al mundo en desarrollo. No deberíamos pasar por alto la perspectiva de un mayor crecimiento económico en los Estados Unidos, donde ya hay claros indicios de que la recuperación está arraigando, o en Europa, que seguirá siendo un componente fundamental de la economía mundial independientemente de los desafíos a corto plazo.
Un pronóstico muy positivo a largo plazo para las economías globales implicará inevitablemente una fuerte demanda de materia prima, lo que se traduce directamente en un futuro harto halagüeño para nuestra industria. La vida del hombre moderno es imposible sin la minería. Por miles de años, la minería ha sido uno de los motores clave que ha dado impulso al desarrollo de la civilización. Hoy, es más importante que nunca para la economía global. Lo hemos dicho antes y lo reiteramos: la minería es el alma de la economía del siglo veintiuno. Somos enormemente optimistas en relación con las futuras oportunidades para el sector minero. Pero, ¿qué nos significa, como industria, hacer realidad un futuro apasionante? La respuesta yace en un nuevo modelo de ciudadanía corporativa para el nuevo mundo en el que vivimos ahora. La minería es un negocio a largo plazo. En esta sala, todos estamos acostumbrados a pensar no solamente en el hoy sino también en los años, décadas y siglos por venir. Parte integral de esa forma de pensar es el reconocimiento de que las empresas mineras son totalmente interdependientes de los países y las comunidades a las que sirven. Es por esta razón que la asociación –con gobiernos, comunidades locales y con empleados y sindicatos– es tan importante para nosotros como industria. Para Anglo American, las personas y las asociaciones son la parte central de sus actividades. Y la importancia de la asociación se extiende a las relaciones entre las empresas mineras entre sí. No obstante la feroz competencia entre nosotros, con frecuencia trabajamos conjuntamente para desarrollar grandes proyectos y siempre deberíamos trabajar juntos a fin de asegurar de que se tenga en cuenta la problemática de las empresas mineras. Al alentar las asociaciones, las empresas mineras tienen algunas responsabilidades muy importantes, tal como lo demuestra Anglo American en cada país donde opera.
El punto de partida es la contribución que hacemos al desarrollo económico, en términos de rentas públicas y de empleo. Pero esa contribución directa es sólo el comienzo. Nuestra contribución es abarcativa e inclusiva y beneficia a todas las partes interesadas. En nuestra participación anterior, nos complacimos en anunciar hacia fines del año pasado nuestro novedoso plan de fideicomiso público de R3,5 mil millones en Anglo American Platinum. Este plan beneficiará tanto a las comunidades vecinas de cuatro de nuestras zonas de operación como a las comunidades de áreas que envían mano de obra clave, en una asociación que se mantendrá a lo largo de 30 años. A su vez, también celebramos el éxito excepcional del plan de oferta de acciones a los empleados Envision en Kumba Iron Ore, el cual, conjuntamente con nuestro fideicomiso público de Sishen Iron Ore, asegura que tanto los empleados como las comunidades se beneficien del éxito de Kumba. Y nuestra asociación revisada con Anooraq, anunciada la semana pasada, demuestra nuestro compromiso de mantener relaciones de empoderamiento económico de la población negra (BEE) sustentables a largo plazo. La contribución que la minería hace no es solamente a la economía de hoy. La minería también es vital para el desarrollo de una economía sustentable para el futuro. En diciembre, participamos en la exitosa conferencia COP 17 de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, auspiciado por el gobierno sudafricano en Durban.
La conferencia demostró que el debate sobre el cambio climático se relaciona tanto con el desarrollo como con la sostenibilidad y que la industria minera cumple un papel crítico en este sentido. Los gobiernos de todo el mundo están buscando la manera de mejorar los niveles de vida y las posibilidades de supervivencia de sus pueblos. Necesitan crear puestos de trabajo, impulsar el desarrollo social y económico y erradicar la pobreza. Y el acceso a la energía es esencial para el desarrollo. En los países con acceso generalizado a la energía eléctrica, las personas viven vidas más saludables, están mejor educadas y viven más tiempo. Es un imperativo del desarrollo abocarse a solucionar las necesidades de 3,5 mil millones de personas que aún tienen poco o ningún acceso a servicios de electricidad. El carbón tiene un papel crítico para la solución de dicho problema. Asequible, abundante y ampliamente disponible, se usa para cubrir más del 40 por ciento de las necesidades mundiales de electricidad y será la piedra basal de la combinación de energía mundial en las próximas décadas. La tecnología limpia de carbón está en el centro de nuestra estrategia de inversión carbonífera. Las ideas y la innovación que aporta la industria minera pueden contribuir a asegurar que las futuras necesidades de energía y de desarrollo se satisfagan efectiva y sostenidamente. El papel de la innovación minera en el desarrollo de la economía verde del futuro es muy amplio. Los metales son esenciales para crear una economía con bajo consumo de carbón. Tomemos sólo tres ejemplos: Los automóviles que conducimos en la actualidad contienen entre 20 y 45 kilogramos de cobre, pero los vehículos híbridos y eléctricos del futuro contendrán tres veces esta cantidad. Una turbina de un molino de viento de un megavatio contiene casi cuatro toneladas de cobre. Y el 95 por ciento de los nuevos automóviles del mundo tendrán catalizadores automáticos en base a platino para captar gases tóxicos.
Otra oportunidad que nos tiene particularmente entusiasmados es la posibilidad de crear una vibrante industria de celdas de combustible aquí mismo en Sudáfrica. Las celdas de combustible de hidrógeno que usan catalizadores de platino son eficientes, versátiles y ampliables. Representan una tecnología demostrada que puede ofrecer energía limpia, confiable y económica, tal como lo demostraremos esta noche en la cena de gala de la indaba, donde se utilizará parcialmente energía de celdas de combustible en base a platino de 50 kilovatios. Creemos que, con platino como material clave, una industria de celdas de combustible en Sudáfrica podría crear puestos de trabajo y contribuir a cubrir las necesidades de garantía energética del país, al tiempo de crear un claro potencial de exportación de conocimientos y productos a un mercado global. Además de dar soporte a la economía de hoy en día y contribuir a la creación de una economía verde para el mañana, la industria minera también debe cumplir un rol vital para fomentar el desarrollo de las comunidades sustentables. En Anglo American, reconocemos enteramente esta posibilidad. Conjuntamente con nuestro firme compromiso con los niveles de seguridad y con el cuidado del medio ambiente, también creemos que las empresas tienen una importante responsabilidad en la promoción de la salud, la educación y la vivienda digna. Este compromiso va de la mano de nuestra inversión para la creación de oportunidades laborales y de negocios en las economías locales. Con los fondos de Anglo American Zimele se han invertido hasta el momento más de R500 millones en pequeñas y medianas empresas en Sudáfrica, creando más de 18.000 puestos de trabajo. Tenemos la confianza de que lograremos nuestro objetivo de crear 25.000 puestos de trabajo sustentables para el año 2015. Nuestro aporte a las comunidades locales en la promoción de oportunidades laborales complementa la tarea de Zimele. Durante los últimos 10 años, las oportunidades laborales de empoderamiento económico de la población negra (BEE) aquí en Sudáfrica han crecido de menos de $150 millones anuales a más de $3 mil millones.
Y, sobre la base de nuestra experiencia en Sudáfrica, hemos aplicado el modelo Zimele para crear programas de desarrollo empresarial muy exitosos en Brasil, Chile y Perú. Por ejemplo, en Chile hemos dado soporte a más de 2.000 pequeñas empresas a través del proyecto Emerge. Y este compromiso se desarrolla conjuntamente con un amplio programa de inversión comunitario, incluyendo la inversión de $3,5 millones para proyectos de desarrollo de viviendas. También hemos contribuido con $10 millones para el saneamiento y reconstrucción que siguieron al terremoto en Chile en el 2010. Dondequiera que operemos, nos comprometemos a hacer una diferencia positiva y a trabajar en asociaciones. Pero, tal como el término "asociación" implica, no se trata meramente de lo que nosotros u otras empresas mineras hacen. También se trata del papel que las demás partes interesadas cumplen en la asociación que establecen con nosotros. Quiero mencionar brevemente la cuestión del rol crítico que juega uno de nuestros asociados, esto es, el gobierno. El rol primordial y fundamental del gobierno es el de asegurar el cumplimiento de la ley. Resulta vital un marco regulatorio claro y justo, respetado por un poder judicial fuerte e independiente. Las empresas mineras necesitan saber si sus derechos de propiedad serán respetados y protegidos. Realizamos enormes inversiones y necesitamos poder planificar con confianza en el largo plazo. En todos los lugares donde operamos, esperamos que los jueces sean independientes e imparciales al velar por los derechos de los ciudadanos y de las empresas. Tal como lo hemos podido comprobar recientemente, el poder judicial de Sudáfrica ha demostrado estas cualidades.
Esperamos el mismo tratamiento justo en cualquier otro país del mundo y tenemos la confianza de que lo obtendremos. Si los preceptos básicos del imperio de la ley están implementados, el otro elemento clave es que el gobierno cree una política económica sólida. Resulta de importancia fundamental que los regímenes impositivos y de royalties permitan a las empresas mineras obtener una ganancia justa en relación con la inversión realizada y que no queden sujetas a cambios arbitrarios e imprevisibles. También es vital que los gobiernos aseguren que sus naciones tengan lo que se necesita para crecer. Las sociedades no pueden prosperar sin sistemas de salud y de educación eficientes, y sin una administración gubernamental sana. Crucial para el sector minero es que se disponga de una adecuada infraestructura energética, de suministro de agua, vías férreas y puertos, a fin de permitir una producción y distribución eficientes. En Anglo American, nos sentimos sumamente estimulados por el hecho de que el Plan de Desarrollo Nacional del gobierno sudafricano haya reconocido tanto el rol vital de la industria minera para el desarrollo de la economía como las restricciones que deben ser eliminadas para maximizar la contribución de la industria minera al desarrollo industrial. El Plan destaca justamente que deben tomarse en consideración las dudas en el marco regulatorio y en los derechos de la propiedad, la escasez de electricidad, las falencias de infraestructura y las diferencias en las aptitudes técnicas, para crear un clima de inversiones adecuado. En este contexto, es de suma importancia que este año se resuelva, de una vez y para siempre, y de manera correcta, la prolongada incertidumbre creada por el debate en torno a la nacionalización. Junto con el resto del sector minero y la comunidad empresarial en general, muchas veces ya hemos expuesto con firmeza nuestro punto de vista en relación con el hecho de que la nacionalización no funciona y que la continuidad del debate sobre este tema ha perjudicado la reputación sudafricana como destino de inversiones. Aprovechamos la oportunidad, como integrantes de la Cámara de Minería, para hacer conocer nuestra opinión y ofrecer pruebas inequívocas para respaldarla, ante la Comisión del Congreso Nacional Africano sobre la Intervención Estatal en el Sector Minero.
Anhelamos que el debate sobre la nacionalización llegue a un claro epílogo respecto de que la nacionalización sería el camino equivocado que Sudáfrica podría llegar a tomar. Además de disipar la duda que se cierne sobre la industria minera, tal conclusión definitiva nos permitirá a todos concentrarnos en la prioridad real de trabajar en asociaciones para abordar el desempleo, la pobreza y la desigualdad. Estamos comprometidos a trabajar positivamente con los gobiernos de todos los países en los que operamos. En el mundo actual, con la tecnología de las comunicaciones instantáneas y las redes sociales, tanto los gobiernos como las empresas están siendo escrutados como nunca antes había sucedido. La transparencia es esencial. Los ciudadanos y las comunidades están cuestionando el abordaje de los temas y esperan una conversación y no un discurso. En todo el mundo, sea aquí en Sudáfrica o en Australia, Brasil o Chile, pretendemos ser un socio constructivo y comprometido con la creación de una prosperidad duradera. Una asociación verdadera supone humildad y una mente abierta. Siempre estamos dispuestos a escuchar y a hablar. Pero una asociación también implica honestidad y por momentos también requiere valentía. Anglo American ya ha demostrado muchas veces que no duda en defender sus derechos y sus convicciones. Eso es tan cierto hoy como lo ha sido en el pasado. Nunca nos dejaremos intimidar o acosar para alejarnos del camino que sabemos es el correcto. Tenemos el coraje que nos dan nuestras convicciones.
Por mayor información, sírvase comunicarse con:
Media
UK
James Wyatt-Tilby - Anglo American
Tel: +44(0)20-7968-8759
Emily Blyth - Anglo American
Tel: +44(0)20-7968-8481
FUENTE Anglo American Plc
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