
Urielle visualiza un futuro brillante
Los centros de capacitación para niños con discapacidad visual de UNICEF financiados por Education Cannot Wait empoderan a los niños para que alcancen su máximo potencial en la República Centroafricana
BANGUI, República Centroafricana, 30 de diciembre de 2025 /PRNewswire/ -- Urielle está sentada en un aula, absorta en su lectura. Sus dedos trazan el intrincado patrón de puntos en relieve en el papel que tiene delante.
"Perdí la vista a los tres años, pero eso no me detuvo. Desde muy pequeña, mis padres me enseñaron a ser independiente y autosuficiente, a trabajar duro y perseguir mis sueños", explicó Urielle.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado en su vida, la joven de 20 años siempre ha recibido el apoyo incondicional de sus padres y maestros. Con esto, su pasión por aprender y contar historias, y una férrea determinación, Urielle está tomando las riendas de su propio futuro.
Desde que se unió a un Centro de Capacitación para Niños con Discapacidad Visual apoyado por UNICEF en su ciudad natal, Bangui, Urielle y otros niños y jóvenes con discapacidad visual están aprendiendo a leer braille y accediendo a la educación, en muchos casos, por primera vez.
Este centro es uno de los tres financiados por Education Cannot Wait (ECW) en la capital, Bangui. Fue creado con el objetivo de proporcionar oportunidades de aprendizaje adaptadas a niñas y niños con discapacidad visual en la República Centroafricana. Estos centros ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades de braille y lectoescritura, con un buen nivel de competencias según el currículo educativo nacional, y los apoyan para que eventualmente se incorporen a escuelas regulares.
Todas las mañanas, un tuk-tuk escolar especial se detiene frente a la casa de Urielle y la lleva al centro de formación. Los cursos son impartidos por profesores con discapacidad visual, asistidos por profesores videntes, utilizando material didáctico en braille.
El centro sigue el currículo estándar del Ministerio de Educación Nacional. También es donde Urielle aprendió a leer y escribir en braille. Estas habilidades cruciales le han dado origen a una nueva pasión. "Me encanta compartir historias con la gente, especialmente sobre temas sociales. Mi materia favorita son las ciencias sociales, porque me gusta escuchar cómo vive, interactúa y enfrenta los desafíos la gente de todo el mundo", destacó la adolescente.
Aunque Urielle prospera en la escuela hoy, el camino hacia su educación no ha sido fácil en una sociedad donde aún existe el estigma en torno a las personas con discapacidad. Urielle recuerda: "Algunos vecinos e incluso familiares me decían que era inútil, que era más apta para las tareas domésticas que para la escuela. Pero gracias al apoyo incondicional de mis padres, aprendí a ignorar esas voces".
Dejando de lado a quienes la critican, Urielle comprende el poder de la educación para ampliar sus horizontes y construir el futuro que desea. "Cuanto más aprendo, más historias se desarrollan en mi mente. Por eso estoy decidida a ser periodista", afirmó.
El centro también imparte cursos de formación profesional para desarrollar habilidades. Antiguos alumnos han utilizado estas nuevas habilidades para conseguir empleo, y algunos incluso han llegado a incorporarse a la administración pública.
La República Centroafricana es uno de los lugares más difíciles del mundo para ser niño. Los conflictos, la violencia, los desplazamientos y los desastres naturales siguen afectando gravemente al país. Años de inestabilidad han contribuido al colapso de unos servicios ya de por sí limitados, lo que ha resultado en un acceso muy limitado o inexistente a la educación en muchas zonas. Donde las escuelas están abiertas, a menudo carecen de profesores cualificados y capacitados, materiales didácticos y estructuras sólidas.
Para las personas con discapacidad, como Urielle, la situación es aún más difícil. El estigma y los prejuicios hacia los niños con necesidades especiales siguen siendo demasiado comunes, lo que a menudo resulta en que las familias los oculten, negándoles el acceso a sus compañeros y a la comunidad en general, incluidas las escuelas. Afortunadamente, los padres de Urielle supieron reconocer el potencial infinito de su hija.
Como fondo mundial para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas de las Naciones Unidas, ECW ha apoyado a socios como UNICEF en la República Centroafricana desde el año 2017, financiando programas para aumentar el acceso a una educación de calidad en entornos de aprendizaje protectores, fortalecer los sistemas educativos nacionales y locales, apoyar a los docentes y proporcionar apoyo específico a las niñas y los niños con discapacidades.
En la actualidad, Urielle no se conforma con ser una estudiante brillante. "También quiero ser atleta paralímpica. ¡Entreno carreras de fondo tres veces por semana!", indicó.
Hasta ese día, Urielle planea seguir aprendiendo y contando historias para inspirar a quienes la rodean. "Contar historias es mi pasión. Sé que el camino es largo y que me quedan al menos seis años antes de la universidad. ¡Aun así, algún día tendré mi propio programa de radio!", comentó con una amplia sonrisa.
Sus aspiraciones no tienen límites y sus logros son un testimonio del potencial de todos los niños cuando reciben la educación, los recursos y el apoyo que necesitan para prosperar.
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