SÃO PAULO, 11 de noviembre de 2015 /PRNewswire/ -- ANÁLISIS – La infraestructura y la economía nacional e internacional - Según el G100, Núcleo de Estudios Internacional, que en Brasil está compuesto por 100 miembros (accionistas, presidentes y CEO) efectivos y nominados, más 20 miembros (economistas jefes y especialistas financieros), considerándose las bajas expectativas de crecimiento para el mundo, menos de 3 % para los próximos cinco años. El impacto de ese resultado, principalmente para Latinoamérica, es la desaceleración de la economía china, que afectará principalmente el precio de los productos básicos, la expectativa de una restricción monetaria en Estados Unidos, que impacta directamente el flujo de recursos para mercados emergentes, además de la situación europea, que cuenta con un panorama de crecimiento escaso y también la cuestión política que se observa en Europa.
Sabemos la importancia del nivel de inversión en la infraestructura por el hecho de que la inversión tiene un impacto directo en los costos de las empresas y en el costo del país, desde hace tres décadas estamos en declive constante en este punto. En la década de los 80 las inversiones en infraestructura representaban 5 % del PIB y esa cifra viene disminuyendo, principalmente en función del nivel de endeudamiento de los gobiernos. En Brasil esa inversión no fue asumida por el sector privado, lo que lleva a tener en la actualidad inversiones del orden de 2 a 2,5 % del PIB en infraestructura.
En Latinoamérica y el Caribe, tenemos 3.6 % en la perspectiva de 2014 a 2020, otros países emergentes están en 6 % y ello debe mantenerse. En países desarrollados ese índice gira en torno al 0.8 %.
La mayor parte del endeudamiento chino no es de personas físicas y sí corporativo, por tanto con deflación el valor real de las deudas subiría, perturbando las decisiones de producción y de inversión y contribuyendo a la desaceleración del PIB chino. Está el aumento de la tasa de morosidad en relación con el PIB chino, que en la actualidad alcanza 13 %. El endeudamiento se atribuye principalmente a las provincias chinas que realizaron una elevada inversión en infraestructura, en la actualidad con dudosa rentabilidad.
Reflexionando sobre el proceso deflacionario en China que hoy ocurre en el comercio mayorista, si ocurriera en el comercio minorista, el valor real de las deudas subiría y podría elevar la tasa de morosidad, trayendo como consecuencia el decrecimiento del PIB chino. En este panorama, la perspectiva de 6 % a 7 % de crecimiento para 2016 sería una ganancia.
Todo este panorama es fundamental cuando analizamos los productos básicos y en consecuencia el impacto sobre Brasil.
Rodrigo Romero
Founder / Presidente
G100 Américas
Prensa (+5511) 5505-1935 – [email protected]
Para la prensa:
MARKET 21
Juliana Mathias - [email protected] - (11 99161-8883)
(Foto: http://www2.prnewswire.com.br/imgs/pub/2015-10-02/original/2653.jpg)
FUENTE G100 Brasil
Share this article