Mamás por siempre: Del dolor de la pérdida a la esperanza de la donación
Ante el sufrimiento que sólo una madre puede sentir después de la muerte de un hijo, dos mujeres ejemplares deciden compartir su historia, contándonos cómo un destino trágico les abrió los ojos a una realidad esperanzadora que les devolvió las ganas de vivir: la donación de órganos.
CHICAGO, 9 de mayo de 2013 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ -- Aún a través del teléfono, es posible percibir ese amor maternal que Lidia irradia con cada palabra. Su hija más pequeña revolotea cerca del teléfono. Está un poco ansiosa, porque sabe que su mamá está hablando de su hermanita. Ésa que ella, nunca llegó a conocer. Es imposible para Lidia no emocionarse cuando recuerda a su pequeña Viridiana, quien falleciera trágicamente, luego que un conductor ebrio embistiera el automóvil familiar. Paradójicamente, un 14 de febrero.
"Ella era una niña especial. Tenía sólo 11 añitos y siempre quería ayudar a otros. Quería ser cantante para tener dinero y poder alimentar y ayudar a niños sin hogar" relata Lidia, enternecida al recordar momentos realmente conmovedores, apenas unas semanas antes del accidente. "Estábamos en México y ella (Viridiana) vio que en mi licencia decía que yo era donante de órganos. Yo nunca tuve miedo a decir que sí, porque -cuando me muera- quisiera que mi cuerpo pueda ayudar a otras personas. Y Viri me dice: 'Mami, cuando me muera, yo también quiero ser donante'". El destino le estaba dando una señal. Tal vez, la más directa de toda su vida.
A menos de un mes de ese evento, los doctores le informaban a Lidia y a su familia que la pequeña Viridiana había fallecido por muerte cerebral. "Mi marido estaba en silla de ruedas y nosotros todos golpeados. Ella era la niña de sus ojos. Al principio no queríamos… Piensas tantas cosas…Hay muchos mitos alrededor de la donación que no tienen nada que ver con la realidad". Pero Eduardo, su hijo mayor, fue quien les hizo darse cuenta que la decisión correcta era honrar la memoria de Viridiana, cumpliendo su voluntad: "Ya no la vamos a recuperar. Y eso era lo que ella quería: seguir viviendo en otras personas". Y así lo hicieron. La nobleza de Viridiana y su familia ha ayudado a más de 7 personas, rescatándolas de la muerte o mejorando drásticamente su calidad de vida. Tres de ellos, niños.
Raiza Mendoza, Coordinadora de RR.PP. y Relaciones con la Comunidad Hispana, comenta: "Las personas creen que la donación de órganos sólo tiene que ver con adultos. La realidad es que, sólo en los Estados Unidos, más de 1,500 niños esperan por un trasplante." Además -añadió- los niños latinos son la primera minoría en espera de un trasplante".
Y Lidia agrega: "Mi mejor regalo del día de la madre sería poder juntarlos a todos. Abrazarlos a todos. Sé que los voy a querer, porque en ellos voy a ver los ojitos de mi Viri. Ahora puedo decir que no tuve cuatro, sino ¡una docena de hijos!" Hace sólo unos días Lidia recibió una carta de los padres del niño que recibió el corazón de la pequeña Viridiana y muy pronto se van a conocer. "Estamos muy emocionados y ansiosos por verlo, porque el corazón de Viri, era un corazón de oro".
La emoción de Lidia, se entrelaza con la melancolía de Elena, quien perdió a su único hijo, Ramón. "Es triste perder a un ser querido, más grande es el dolor cuando se pierde a un hijo, pero no hay nombre para el dolor que se siente al perder al único hijo. Es por eso que mi tristeza es incomparable, más aún cuando se acerca el día de la madre".
Pese a la pena sin límite y al duelo que confiesa llevará siempre en su corazón, el hecho de saber que al donar sus tejidos su vida no terminó el día del accidente, le brinda una luz de esperanza y le da fuerzas para seguir. "Hasta este día he recibido la noticia que una de sus córneas la recibió una persona que vive en Canadá y la otra en California. También hay una mujer que recibió un ligamento de rodilla, que me ha dado las gracias, porque ha mejorado su vida y ahora puede caminar".
"Quisiera decirles a esas mamás que están pasando por momentos tan difíciles como los que me tocó vivir a mí, que no tengan miedo. Cuando morimos, ya no necesitamos del cuerpo. Es un egoísmo dejar que el cuerpo simplemente se vaya, sin poder darle a alguien que lo necesita el regalo más grande que como madre uno puede dar: el regalo de la vida", agrega Lidia.
Y Elena concluye: "Siento la satisfacción de que mi hijo vive en otras personas, que les dio una esperanza para tener una mejor vida. Doy gracias a Dios por haberme prestado a tan maravilloso hijo que sigue ayudando a personas, aunque no las haya conocido. Seamos conscientes que ser donante es regalar mejor vida a quien lo está necesitando".
Si desea inscribirse como donante o quiere saber un poco más acerca de los mitos y realidades de la donación de órganos, visite www.giftofhope.org/espanol o llame al 630 758-2744.
Contactos: |
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Janet Domínguez Hispanic Media Relations P: 312.226.7830 Ext. 235 C: 630-779-3800 |
Michelle Zarzar Hispanic Media Relations P: 312.226.7830 Ext. 237 C: 954-756-3234 |
Acerca de Gift of Hope
Gift of Hope Red de Donantes de Órganos y Tejidos es la organización sin fines de lucro que coordina la donación de órganos y tejidos y sirve a las familias de los donantes en Illinois y el noroeste de Indiana. Desde su inicio en 1986, Gift of Hope ha coordinado donaciones que han salvado la vida de más de 18,000 beneficiarios de trasplantes de órganos y mejorado la vida de cientos de miles receptores de trasplantes de tejidos.
FUENTE Gift of Hope
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